El submarino convertido en arquetipo de ficciones y realidades, es la herramienta ideal para surcar el mar desde sus profundidades, y realizar esos pequeños viajes internos a través del teatro, que al final de la navegación, son los viajes de mucha gente que en algún momento de caos y desasosiego se sumergieron en el fondo del mar a la búsqueda de nuevas historias por vivir para que después fueran contadas por aquellos nuevos exploradores de la incertidumbre
martes, 17 de enero de 2012
ANTECEDENTES
La humanidad, al pretender conquistar lo desconocido, fabricó herramientas para conseguirlo; es así como el mar se convierte en recipiente de máquinas, utensilios, objetos y por ello de testimonios, sensaciones y demás historias contenidas, sin importar si estas son reales o corresponden a una ficción, entre estas herramientas surge una máquina en especial: El submarino, máquina que confía en Arquímedes a la hora de sumergirse, un resquicio para huir e intentar ser libres de la superficialidad.
El submarino convertido en arquetipo de ficciones y realidades, es la herramienta ideal para surcar el mar desde sus profundidades, y realizar esos pequeños viajes internos a través del teatro, que al final de la navegación, son los viajes de mucha gente que en algún momento de caos y desasosiego se sumergieron en el fondo del mar a la búsqueda de nuevas historias por vivir para que después fueran contadas por aquellos nuevos exploradores de la incertidumbre
El submarino convertido en arquetipo de ficciones y realidades, es la herramienta ideal para surcar el mar desde sus profundidades, y realizar esos pequeños viajes internos a través del teatro, que al final de la navegación, son los viajes de mucha gente que en algún momento de caos y desasosiego se sumergieron en el fondo del mar a la búsqueda de nuevas historias por vivir para que después fueran contadas por aquellos nuevos exploradores de la incertidumbre
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